Page 189 - Borges interactivo
P. 189
JOSÉ MARTÍNEZ TORRES • ANTONIO DURÁN RUIZ 189 quina, y muchas veces divisó a su mujer. Cuando lo habían dado por muerto, cuando hacía mucho tiempo que su mujer se había resignado a ser viuda, el hombre, un día, abrió la puerta de su casa y entró. Sencillamente, como si hubiera faltado unas horas. (Fue hasta el día de su muerte un esposo ejemplar.) Hawthorne leyó con inquietud el curioso caso y trató de enten- derlo, de imaginarlo. Caviló sobre el tema; el cuento Wakefeld es la historia conjetural de ese desterrado. Las interpretaciones del enigma pueden ser infnitas; veamos la de Hawthorne. Este imagina a Wakefeld un hombre sosegado, tímidamente vanidoso, egoísta, propen- so a misterios pueriles, a guardar secretos insignifcantes; un hombre tibio, de gran pobreza imaginativa y mental, pero capaz de largas y ociosas e inconclusas y vagas meditaciones; un marido constante, defendido por la pereza. Wakefeld, en el atardecer de una día de octu- bre, se despide de su mujer. Le ha dicho —no hay que olvidar que estamos a principios del siglo XIX— que va a tomar la diligencia y que regresará, a más tardar, dentro de unos días. La mujer, que lo sabe afcionado a misterios inofensivos, no le pregunta las razones del viaje. Wakefeld está de botas, de galera, de sobretodo; lleva paraguas y valijas. Wakefeld —esto me parece admirable— no sabe aún lo que ocurrirá, fatalmente. Sale, con la resolución más o menos frme de inquietar o asombrar a su mujer, faltando una semana entera de casa. Sale, cierra la puerta de la calle, luego la entreabre y, un momento, sonríe. Años después, la mujer recordará esa sonrisa última. Lo imaginará en un cajón con la son- risa helada en la cara, o en el paraíso, en la gloria, sonriendo con astucia y tranquilidad. Todos creerán que ha muerto y ella recordará esa sonrisa y pensará que, acaso, no es viuda. Wake- feld, al cabo de unos cuantos rodeos, llega al alojamiento que tenía listo. Se acomoda junto a la chimenea y sonríe; está a la vuelta de su casa y ha arribado al término de su viaje. Duda, se felicita, le parece increíble ya estar ahí, teme que lo hayan observado y que lo denuncien. Universidad Autónoma de Chiapas
   184   185   186   187   188   189   190   191   192   193   194