Page 471 - Borges interactivo
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JOSÉ MARTÍNEZ TORRES • ANTONIO DURÁN RUIZ 471 —Muchas gracias. —Gracias a usted, Borges. Los prólogos Osvaldo Ferrari: He observado, que su amor por la literatura, su amor por los escritores, se ex- presa más que en sus ensayos, en sus prólogos, en los prólogos a escritores y a libros que usted ha admirado en el tiempo. Jorge Luis Borges: Bueno, claro que el prólogo es un género intermedio entre el estudio crítico y el brindis, digamos. Es decir, se entiende que en el prólogo tiene que haber un pequeño exceso de elogio; el lector lo descuenta. Pero, al mismo tiempo, el prólogo tiene que ser ge- neroso, y yo, al cabo de tantos años, al cabo demasiados años, he llegado a la conclusión de que uno sólo debe escribir sobre lo que le guste. Creo que la crítica adversa no tiene sentido; por ejemplo, Schopenhauer pensaba que Hegel era un impostor o un imbécil, o ambas co- sas. Bueno, pues ahora los dos conviven pacífcamente en las historias de la flosofía alemana. Novalis pensaba que Goethe era un escritor superfcial, meramente correcto, meramente elegante; comparaba las obras de Goethe con la mueblería inglesa… bueno, ahora Novalis y Goethe son dos clásicos. Esto quiere decir, que lo que se escribe en contra de alguien, no lo perjudica, y no sé si lo que se escribe a favor lo enaltece; pero yo, desde hace bastante tiem- po, sólo escribo sobre lo que me gusta, ya que pienso que si algo no me gusta, es más bien por debido a una incapacidad mía o a una torpeza mía, y no tengo por qué tratar de conven- cer a otros. Yo he enseñado literatura inglesa y norteamericana durante unos veinte años, he Universidad Autónoma de Chiapas
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