Page 442 - Borges interactivo
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442 BORGES INTERACTIVO de hecho no lo volvió a sacar nunca en vida. Entonces Borges tomó dos o tres artículos de ahí y los juntamos con los míos y lo editamos. Y después, cuando Emecé adquirió los derechos de toda la obra de Borges, en 1963 apareció la edición de Emecé. Y para este libro hablamos con mucha franqueza como siempre. Borges no estaba de acuerdo con mi posición frente al lun- fardo. Yo estaba a favor del lunfardo. Entonces el prólogo lo escribimos los dos, y acordamos 41 dejar bien claro allí que él pensaba una cosa y yo otra, es decir que no estábamos de acuerdo en nada. Y así lo dijimos en el prólogo. Y cuando estábamos por terminarlo Borges me pre- gunta con tono burlón: “Y dígame Clemente, ¿usted qué piensa de las academias?”. A mí no me interesaban mucho esas cosas —yo fui académico a pesar mío— nunca tuve ningún tipo de aspiraciones en ningún sentido. Yo era un bibliotecario puro. Y Borges me dice: “Y ¿por qué no agregamos una cosita?, que estamos en contra de las academias”... ¡Y lo agregamos! Sbarra Mitre: ¿Cómo era la discusión sobre el lunfardo? Clemente: Borges se reía mucho y tomaba en broma mi afción por el lunfardo. Porque yo te- nía 29 años cuando había hecho ese trabajo del libro. Y para hacerlo había ido a las comisarías, había preguntado mucho los términos, las cosas que se dicen en el lunfardo, las etimologías. Yo era entonces estudiante de flosofía y letras y conocía mucho de etimologías. Hice ese trabajo, esa edición última que hay del año 63, y después me desligué del libro, un libro del pasado que ahora se reimprimió. Arias: En una charla anterior usted comentó que Borges consideraba su tonada salteña un excelente castellano. ¿Cómo es eso? 4. “Borges: Yo tengo la impresión de que todo el lunfardo es artifcial. Que es una invención de [José] Gobello… y de [Alberto] Vicarezza” (en Borges el memorioso op. cit. p. 194). Universidad Autónoma de Chiapas
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